Recent Posts

Extra - Cuenta Conmigo



Capítulo Extra –  Cuenta Conmigo

--- Narración en Tercera Persona ---

Parte 1

A tres días de distancia (viajando en carruajes o carretas) de la ciudad de Silva se encuentra una pequeña aldea.
Una aldea donde todos sus residentes tienen una particularidad similar.
En una casa de tantas en esa aldea, descansa tranquilamente una joven chica de pelo plateado brilloso. Aparentando 16 años, se diría que ella está en la flor de su juventud.
Esa joven, al igual que los habitantes de esta aldea, posee unos rasgos que la diferencian de los seres humanos.
Ella posee orejas y una cola de animal.
No se trata de una deformidad de nacimiento ni nada similar; más bien, es algo propio de su raza. Y, en lugar de llamarlo “deformidad”, se podría decir que esas orejas y cola le añaden un encanto difícil de resistir para cierto grupo de hombres.
El nombre de esa joven es Kuo.


Parte 2

Pasó medio día que Wolfgang regresó trayendo consigo a su hija (Kuo) en compañía de los tres hombres bestia que lo acompañaron.


Su regreso sorprendió a todos los habitantes, quienes ya habían sido informados, por Ursa y Meyer, sobre el plan de rescate de Kuo.
Aunque algunos de ellos tenían dudas sobre estos eventos, pero ninguno discutió las decisiones tomadas por ellos dos.
Todos sabían que Ursa y Meyer nunca tomarían una decisión que trajera desgracia a la aldea.

A su llegada, fueron recibidos por la mayoría de los adultos de la aldea en la puerta.
A pesar de que ninguno de ellos estaba realmente lastimado, rápidamente fueron atendidos por si las dudas.

Wolfgang, cuya prioridad era su hija, llevó a Kuo a su casa ignorando a todos los demás y la dejó reposando en su cama para que sea atendida por Meyer.
Cuando el ajetreo por su llegada se calmó y todos los habitantes regresaron a sus casas; también, después de que Kuo fue atendida, dando como resultado que no había ningún problema en su salud, Wolfgang finalmente pudo relajarse.
Después de eso, él pasó a contar los eventos ocurridos y como resultaron al final las cosas. También sobre la condición en que quedó Fran después de su pelea contra Vazul; y otras cosas que le llamaron la atención.

Si es como dices, a pesar de que Fran era un humano común y corriente, terminar en ese estado después de su pelea contra Vazul, de quien podría decirse no era muy diferente a él…

Ursa comentó.

Sí. Cuando lo vi, su estado era igual… no, mucho peor a la vez que cuando fue golpeado por Erwin y Arwen (los jóvenes a los que Iris castigó) casi hasta la muerte.
Y si de algo estoy seguro, es que en el interior de su mansión no había nadie más a excepción que ellos tres. Lo que me lleva a pensar que…


…En su “exilio”, Vazul debe haber encontrado un método en “ese” reino para adquirir fuerza. Una fuerza al mismo nivel o superior que Erwin y Arwin.
En adición, también consiguió “eso”.


Meyer completó lo que Wolfgang iba a decir y dio información adicional.

¿A qué te refieres Meyer? –Ursa preguntó.

Como debería decir esto…
En las prendas de la pequeña Kuo, pude detectar un aroma peculiar. Un aroma casi imperceptible, a menos que se hagan ciertas contramedidas especiales para siquiera comenzar a notar un poco de ese aroma.


Tanto Ursa como Wolfgang pusieron expresiones de confusión y luego de seriedad.
Un aroma que ninguno de ellos pudieron detectar, era algo inconcebible para los hombres.
En silencio, instaron a que Meyer continuara.

Es un aroma que no había sentido en muchos años.
Ursa, ¿recuerdas la guerra contra el Reino de Castellum donde varios de nuestros hermanos (compañeros) sufrieron un misterioso debilitamiento físico hasta caer inconscientes para luego ser asesinados?


Ursa abrió sus ojos de sorpresa ante esas palabras.

¡Draumur Reykja! –Exclamó Ursa.

Sí. El aroma de eso estaba impregnado en la ropa de la pequeña Kuo.

Wolfgang en silencio seguía la conversación entre ambos.
Wolfgang había escuchado sobre este “Draumur Reykja”.
Él todavía no había nacido cuando sucedió la guerra entre el Reino Bestia y el Reino de Castellum.
Escuchó y leyó las historias de los libros que hablan sobre esa guerra y ese mortal aroma imperceptible para los increíbles olfatos de los hombres bestias, que llevó a la muerte y esclavitud de varios de sus hermanos.

Y ahora, ese mismo aroma estaba impregnado en su hija.
Él iba a hacer una pregunta, pero...

Wolfgang, entiendo lo que vas a preguntar –Meyer se anticipó–, pero no hay nada de qué preocuparse. La salud de la pequeña Kuo está bien.
Draumur Reykja produce un aroma que induce a un fuerte estado de debilitamiento y luego sueño a la persona que lo huele. O más bien, al hombre bestia que lo huele, ya que no tiene efecto alguno sobre los humanos.
Tu hija estará bien una vez descanse lo suficiente.


Esas palabras calmaron a Wolfgang, aunque él todavía estaba un tanto inquieto pero por otra razón.

Entonces, volviendo al tema original –Ursa habló–. Existe una relación cercana entre la misteriosa fuerza adquirida de Vazul y Draumur Reykja, ¿verdad?

Cierto.
Si es el Reino de Castellum, no me extrañaría que ellos le hayan dado eso. También, se las habrán arreglado para crear un método exitoso que pueda conferirle fuerza a un humano común y corriente. Después de todo, para esa época, rumores sobre experimentos en humanos ya venían suscitándose.


Meyer confirmó la duda de Ursa.

Si lo que dicen es cierto, no me sorprendería que Vazul, por voluntad propia, se haya sometido a esos experimentos. A final de cuentas, su obsesión y odio hacia nosotros era inmenso.

Wolfgang dio su honesta opinión.

En otras palabras, ¿fue suerte o coincidencia que Fran se haya aventurado personalmente a enfrentarse contra Vazul? –Ursa habló. Si hubiera sido uno de nosotros……

Esas palabras golpearon fuerte a los presentes.
Ninguno respondió.
La respuesta a esa pregunta sólo la sabría la persona involucrada.

Bueno, sea cual sea el caso, Fran hizo algo que me permitió detectar ese aroma. Así que podemos estar agradecidos con él. Y también, hay que me inquieta en todo esto. Lo mejor es enviar un mensajero al Reino Bestia y darle aviso a su Majestad Shamash de que el Reino de Castellum está tramando algo. No podemos dejar pasar esto así como así.


Al cabo de casi 2 horas de conversaciones, y habiendo coordinado todo lo que deben hacer, los tres vieron que el sol ya se hacía presente en el horizonte. Al ver esto, Ursa y Meyer se retiraron a sus hogares.
Wolfgang se quedó al lado de su hija.
Viendo la serenidad en el rostro de su hija, se echó a dormir, no por cansancio físico, sino mental.


Parte 3

Alrededor del mediodía, la aldea se encontraba algo ruidosa, si puede llamársele así.

Con el ruido del exterior, Wolfgang se despierta de su sueño; más precisamente por el golpeteo en su puerta.
Antes de responder y ver quien era, ve a la persona que está frente a él recostada en una cama, una hermosa joven, su hija.
A pesar de que su hija no daba indicios de despertar todavía, la tez y expresión de su hija eran brillantes y llenas de salud, lo cual lo tranquilizó.
Acto seguido, responde al toquido en la puerta de su casa, abre la puerta y ve a la mujer que está de pie ahí; es Iris.
Él no se sorprendió de que ella viniera, de hecho se preguntó porque tardo tanto en venir. Mejor dicho, porque no estuvo presente en la charla con Ursa y Meyer.

Una vez dentro, ambos se sentaron alrededor de la mesa del comedor.
El silencio reinó durante unos momentos, hasta que…

¿Cómo se encuentra Kuo?

Fue Iris quien rompió el silencio.

Por suerte ella está bien, no sufrió ningún daño. Aunque todavía hay que esperar para ver si sufrió algún daño mental, pero… por lo apacible y feliz que se ve mientras duerme, no parece que haya nada de qué preocuparse.

Ya veo.
Realmente me tranquiliza que sea así, después de todo… si algo le pasara a ella, no creo que “él” se quede quieto sin hacer nada.


Aunque me cuesta admitirlo, realmente le estoy agradecido.
Ahora entiendo la razón.
Supongo que fuiste la primera y la única en verlo como realmente es, fue por eso (y no porque se parece a tu difunto esposo) que te sentiste atraída hacia él, ¿cierto?


Iris sólo asintió en respuesta.

Siempre fuiste buena para juzgar a los hombres, al igual que mi amada Aurea.
No por nada fueron buenas amigas.


Aunque diferimos mucho en el carácter del hombre del que nos enamoramos.

Wolfgang se sintió tocado por esas palabras.

……Entonces, ¿vas a preguntar por él o seguiremos con estos temas del pasado?

Ara, creí que con esta pequeña charla te relajarías aunque sea un poco ante mi presencia.

¡Ugh!

Wolfgang se encogió de hombros, y no por miedo a ella. A pesar de que conoce muy bien que tan temible es Iris cuando se enoja.
Él temía que, al momento de contarle sobre las mínimas posibilidades de supervivencia de Fran, ella terminara como cuando perdió a su esposo.

No te preocupes. No haré ninguna locura –dijo ella con suma seriedad.
Cuéntame todo por favor.


Wolfgang, al ver su expresión, dejo de titubear y comenzó a contarle todo lo que presenció.

………
……


Ya veo, conque así terminó.

En voz baja, ella murmuró.
Tristeza en su voz había, pero lágrimas no corrieron por sus mejillas.
Por otra parte,

Lo siento.

Wolfgang se disculpó.

Realmente no tienes porqué disculparte.
Además, tampoco estoy preocupada. Por alguna razón, estoy segura de que él sobrevivirá.
También, él tiene que conocer a su hijo sin importar qué en un futuro.


¿Eh?
Podrías repetirlo de nuevo, creo que escuché mal.


¿Hm? Ah, es verdad. Sólo Meyer y Ursa se percataron de ello.
Bueno, es como escuchaste. Estoy esperando un hijo de Fran.
No es necesario que te diga cuando fue que sucedió, ¿verdad? –ella sonrió de forma traviesa.


Era muy raro que Wolfgang se sonrojara, pero en esta ocasión no pudo evitar hacerlo al escucharla decir eso.

Ah, mm…N-n-no digas más, por favor. Lo sé muy bien.
De hecho, toda la aldea lo sabe –él murmura estas últimas líneas, aunque era inútil ya que ella lo escuchó de igual modo.

Aun así… un hijo, eh.
*Suspiro*… En serio, decir que estoy sorprendido no alcanza, y no porque ustedes lo hayan hecho, sino, por el hecho de que las posibilidades de que quedes embarazada, siendo de dos razas diferentes es……


Entiendo lo que quieres decir, y tienes un punto a tu favor. ¿Pero no estás olvidando un hecho importante?

Wolfgang hizo una expresión de confusión.

Él–– Fran no es de este mundo.

Él, al instante comprendió lo que Iris quería decir.

En este mundo, las posibilidades de que personas de diferentes razas logren procrear juntos con éxito un niño es baja, pero, si se intenta, es posible lograrlo.
Quizás se deba al genoma que cada raza posee o bien podría ser la “esencia vital” que corre por cada uno.

Hay muchos factores que llevaron a que yo termine embarazada, y enumerarlos sería inútil. Y tampoco tengo ganas o curiosidad a investigar cómo fue que sucedió, lo único que me importa es que estoy feliz de que sucediera.

Entiendo. Entonces, mis felicitaciones por tu embarazo.
Ojalá el niño crezca sano y fuerte.


Muchas gracias.
Estoy segura que lo hará, después de todo, su padre es un hombre excelso.


Por esta ocasión, realmente estaré de acuerdo con esa opinión.
Pero, ahora que pasó esto, debería agradecerte correctamente…


¿Hm? ¿A qué te refieres?

Bueno, ya que estás embarazada, él tendrá que asumir la responsabilidad, ¿cierto?
En ese caso, ahora las posibilidades de que termine junto a mi hija son exactamente de 0.
Es un buen resultado.
Todos ganamos.


Iris no pudo evitar poner una expresión de como si no creyera lo que escuchaba. En otras palabras: incredulidad.

Tú… dime que no es en serio lo que acabas de decir, por favor.

¿Hm? ¿Acaso me equivoqué en algo?

Iris no podía creer lo que acababa de escuchar.
Ella sabía que Wolfgang era un tipo medio denso cuando se trata de relaciones románticas o cosas relacionadas a ello, por eso es que a su mejor amiga (Aurea), le costó hacer que él noté sus sentimientos.

Wolfgang…

Dime.

¿Sabes cómo terminan esas historias donde una princesa es secuestrada por un demonio y es rescatada por un “héroe”?

Claro que sí.
A Aurea le gustaba mucho ese tipo de historias; incluso a mi hija también le… gus...tan……


La expresión de Wolfgnag en ese momento valía millones.

Parece que lo comprendiste –ella sonrió.
Bueno, te dejaré sólo para que lo termines de asimilar.


Ella se levantó de la silla y se dirigió hacia la puerta para retirarse, justo cuando abrió la puerta se detuvo en seco y…

¡Ah! Por cierto, a mí no me importaría ser la amante o la segunda esposa de Fran. Dile eso a la pequeña Kuo.

…diciendo esas palabras, ella se retiró; todavía con esa sonrisa pícara en su hermoso rostro.

En el comedor de su casa, en soledad, Wolfgang terminó totalmente petrificado.

Como nota al margen, tan sólo unos minutos después, Kuo despertó.
Ahora, si fue porque mientras ella todavía permanecía inconsciente y escuchó la conversación, impulsándola a despertar, o fue por pura casualidad, nadie lo sabría más que ella misma.

Y así, la agonía mental de Wolfgang no acaba más que empezar.


Parte 4

Una semana después del despertar de Kuo, dos personas llegaron a la aldea anunciado que venían de la ciudad de Silva.
Ambos se veían agitados y cansados.
Eso era natural, ya que normalmente toma 3 días en llegar a la aldea desde la ciudad de Silva.

Eran los aventureros-guardaespaldas personales de Farell.
Ellos trajeron dos cartas con noticias muy prometedoras a la aldea.
Una era sobre la milagrosa recuperación de Fran; la otra sobre la nueva propuesta de negocio hecha por Farell, que requería la completa colaboración de la aldea.
La propuesta del negocio fue algo que sorprendió a casi todos los aldeanos.
Sólo los involucrados cercanos en el evento del asalto a la mansión de Vazul sabían que esto estaba incluido en dichos planes.
Y en el caso de la noticia de la supervivencia de Fran, salvo los mismos involucrados (y Iris) que mostraban una expresión de felicidad y alivio, el resto de los aldeanos lo tomaron como algo secundario.

Al día siguiente al amanecer, Wolfgang partió rumbo a la ciudad de Silva para encontrarse con Fran.


Parte 5

Después de despedirse de Fran, Wolfgang regresó a la aldea, a su hogar, donde esperaba su hija.

Por un lado estaba feliz de haber regresado sin Fran, ya que como padre, no soportaba la idea de verlo junto a hija; por más que él sea su salvador.
Sin embargo, también entiende el hecho de que tarde o temprano su hija se enamoraría de alguien y comenzaría una nueva vida junto a esa persona.
Y ahora, su adorada hija se enamoró (así parece) de un hombre.


En los días posteriores al despertar de su hija, Wolfgang pudo notar como su hija actuaba cada vez que se lo mencionaba a Fran, justo como una doncella enamorada anhelando ver a su amado.
Y por más que él estaba reacio a aceptarlo, al final lo hizo.
En adición, Wolfgang omitió partes importantes e inventó algunas en la historia que le contó a su hija sobre su rescate.


Cuando tuvo la oportunidad de verlo y decirle sobre los posibles sentimientos de su hija, éste lo rechazó.
Sus motivos eran válidos y Wolfgang los aceptó felizmente, pero al mismo tiempo sintió una contrariedad; era como si su hija hubiera sido rechazada sin siquiera haberse confesado, eso lo molesto un poco.

“Quiero golpearlo por rechazarla indirectamente de antemano, pero al mismo tiempo estoy aliviado.” Esos pensamientos inundaban la mente de Wolfgang.
Tratando de ignorar esos pensamientos, continuó su charla con él.

Al día siguiente, se encontró con Fran en las afueras de la ciudad para despedirlo en su viaje.
De él recibió una fuerte suma de dinero para gastarse comprando bienes para la aldea; una bolsa con algunas prendas para Iris… y también, una carta para su hija, kuo.


Y ahora, habiendo regresado de nuevo, la ansiedad lo inundaba.
Temía que su hija terminara en un estado depresivo al no haberlo traído consigo, o peor aún, que ella lo odiara por lo mismo.
Entonces, recordó la carta que recibió de Fran para ella.
Apostó a esa posibilidad, a esa carta para que su hija no termine odiándolo.

Antes que nada, fue a buscar a Iris para entregarle la bolsa que contenía las prendas de Fran, justo como él pidió.
Iris aceptó felizmente su regalo y le agradeció a Wolfgang. Dicho sea de paso, Wolfgang no le contó nada a Fran sobre el embarazo de Iris, ya que ella se lo prohibió.
Después se reunió con Meyer y Ursa para entregarles el dinero que Fran le dio.
Luego, fue a su hogar, donde esperaba su hija.


Entrando nerviosamente a su propia casa, vio a su hija cocinando.
Al notar a su padre, ella lo recibió con una radiante sonrisa. Lamentablemente, al ver el nerviosismo de su padre y que nadie más lo acompañaba, esa sonrisa desapareció totalmente; ella pudo adivinar lo que sucedía.
“Él” no volvió a la aldea.

Wolfgang, quien vio a esa radiante sonrisa desaparecer, se sintió muy frustrado.
Pero, no podía evadir este tema.
Él necesitaba ser firme.

Hija, por favor toma asiento. Hay algo importante que tengo que decirte.

Wolfgang comenzó a contarle lo realmente sucedido a su hija desde el momento en que ella se despidió de Fran en el río. Sobre el plan de rescate, e incluso sobre la decisión de Fran de no regresar a esta aldea para poder protegerlos a todos.

En ese instante, Kuo salió corriendo de su casa a toda prisa.

Wolfgang la persiguió, pero sin detenerla. Él quería ver qué es lo que iba a hacer su hija, pero si ella iba a cometer una locura… en ese mismo instante él la detendría.

Algunos aldeanos la vieron correr desenfrenadamente, pero mantuvieron distancia.

Kuo corría con dirección hacia el río donde se vieron por última vez y se despidió de él.

Arrepintiéndose de haberle dicho “Adiós” aquel día, Kuo se detuvo a la orilla del río…

¡¡¡Idiota!!!

Ella gritó con todas sus fuerzas, sólo esa palabra.

Si aquel insulto iba hacia su persona, hacia “él”, o quizás a ambos… era un misterio.

Kuo se desplomó sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.

A unos metros de ella, Wolfgang la veía con impotencia.
Él sabía que esto pasaría; le destrozaba el corazón verla así.
Si su hija iba a estar así de triste, se preguntaba porque no lo trajo aunque sea a la fuerza para evitar verla así.
Pero ya no podía hacer nada.
Lo hecho, hecho está.
A pesar de que por sí mismo no podía reconfortarla, todavía tenía “eso” consigo.
La carta que Fran le pidió entregara a ella.

Wolfgang esperaba que el contenido de esa carta pudiera calmar el sollozar de su hija.
Él se acercó lentamente hacia ella, levemente apoyo su mano sobre su cabeza como queriendo reconfortarla y…

Toma.
Esta carta la recibí de Fran, es para ti.
Por lo que tengo entendido y por lo poco que me dijo, en ella explica sus razones.


Kuo puso una expresión de sorpresa.
Las lágrimas cesaron por el momento.
Con sus temblorosas manos, ella tomó la carta de las manos de su padre.

Ahora que me acuerdo, dejaste el fuego encendido en la cocina, me preocupa un poco que la casa pueda quemarse si no se controla.
Iré a revisar.


A pesar de que era una mala excusa, Kuo entendió lo que su padre quería hacer, y ella se lo agradeció con una sonrisa.

Ella removió el extraño papel adhesivo de los bordes de la carta que protegían el contenido de la misma, y procedió a leerla.

Para Kuo.

No sé por dónde siquiera comenzar.
Hay tantas cosas que quisiera decirte y explicarte; además de rogar por tú perdón por no regresar.
Es por eso que decidí hacerlo como suele ser en mi mundo, aunque de forma de escrita.
Te dedico una canción...


«*Inserte OP 1 – Inuyasha • El Mundo he de Cambiar (Change the World – V6)*»

…Con eso, al menos espero que hayas comprendido en parte como me siento respecto a ti y mis razones para no volver por el momento.
Espero puedas perdonar este egoísmo mío.

Atte. Fran

Pd: Por cierto, quizás no esté bien escribir esto después de todo lo anterior dicho, pero… puede que caiga en la tentación y me mande una que otra travesura.
Pd2: De nuevo me disculpo por ello.
Pd3: Soy un hombre a fin de cuentas, tengo ciertas necesidades.
Pd4: ¡No, ya en serio, lo siento de antemano! ¡Perdón!”


Cuando Kuo terminó de leer la carta, sus lágrimas se secaron.
El ambiente alrededor de ella se sintió pesado, muy pesado. Sofocante.

Las pequeñas aves y animales en las cercanías sintieron esa pesadez y huyeron despavoridos.

Un silencio atroz reinaba en ese pequeño espacio alrededor de ella, como si los sonidos del mundo hubieran desaparecido sólo para no entrar en contacto con ella.

Uno preferiría disfrutar del llanto de un bebé durante muchas horas antes de enfrentarse a este tipo de ambiente silencioso tan temible.
Incluso escuchar al maricón de Justin Biebergas sería mejor que este silencio.

Y en eso, un resoplido se escuchó en ese mundo tan silencioso, seguido de una ligera risa: “fufufu~”.
Ella aplastó la carta que tenía en su mano.
Una sonrisa siniestra… si puede llamársele así, apareció en su rostro.

Si Wolfgang hubiera presenciado este extraño perfil de su adorable y delicada (?) hija, seguramente estaría echando espuma por la boca debido al shock.

Ese día, una nueva faceta en la personalidad de Kuo nació; mejor dicho, despertó.

Quizás esté bien decir que ella heredó parte del carácter de su madre Aurea.
Y su padre, Wolfgang, sufriría un poco a partir de este día.


Como nota al margen, una carta similar, pero con diferente contenido, salvando los Pd, estaba oculta dentro de las prendas que Iris recibió.
Cuando ella la leyó no pudo evitar echarse a reír, pero no de furia ni enojo, era una risa de diversión.
Se preguntaba qué tan divertido sería el momento para cuando vuelvan a reencontrarse.


Y así, el día a día en la aldea de los hombres bestia comienza a correr de nuevo.


6 comments:

  1. Ese Fran es todo un loquillo jajaja... Pero como que la carta de Iris no cuenta con los PD? Si eso es lo que debería haber echo reír.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si cuenta con los mismos Pd. El contenido es distinto, excepto los Pd. O sea, se mantiene igual que con Kuo.

      Borrar
    2. Eh? Lo entendí mal? o lo acabar de cambiar para corregirlo? jajaja... Así si concuerda todo.

      Borrar
  2. Este Fran esta Kekeando a lo loco, alto harem se quiere crear

    ResponderBorrar
  3. jajajjajajaj esos pd me mataron de la risa excelente historia amigo sigue así ya estoy deseoso de seguir leyéndola XD

    ResponderBorrar